El objetivo del nuevo esquema estructurado es,
reforzar un enfoque estándar de evaluación y mejorar la coherencia de su uso.
Evaluación Estructurada:
Se definen con más claridad las medidas adoptadas para evaluar cada
componente de la escala. Se enfatiza la necesidad de la presentación de
informes en los tres componentes de la Escala en lugar de la suma total.
La evaluación estructurada se realiza mediante la realización de los
siguientes pasos:
COMPRUEBA: identifique cualquier factor que pueda influir en la evaluación
OBSERVA: los comportamientos
espontáneos en cualquiera de los tres componentes de la GCS (apertura de ojos,
el contenido del discurso y los movimientos del lado derecho y del lado
izquierdo)
ESTIMULA:
Verbal: diciendo o gritando una orden
Física: presión en la punta del dedo,
trapecio o arco supraorbitario
VALORA: asignar puntuación de acuerdo a la mejor respuesta observada.
Es importante recordar que si un
criterio/componente no puede ser monitorizado (verbal, ocular o motor) no
se le debe asignar un 1 de puntuación por defecto. Se deja en blanco y/o
se especifica la causa por la que no se puede monitorizar.
Escalas oculares y verbales: (Se han actualizado algunos términos).
La “apertura de los ojos a la presión” ha sustituido a la
“apertura al dolor”, en parte para reflejar con precisión la naturaleza
del estímulo utilizado, en parte también por las reservas sobre el concepto de
dolor como componente del cuidado y en parte por la incertidumbre de si es
necesaria (o incluso posible) una sensación dolorosa en un paciente en coma.
En la escala verbal, “palabras inapropiadas”
y “sonidos incomprensibles” se han simplificado por “palabras” y
“sonidos”.
Respuesta motora:
La composición del
componente motor de la escala se alteró en 1976 mediante la incorporación de un
paso adicional: la introducción de la diferenciación entre flexión
“normal” y “anormal”. Estudios sobre la variabilidad del observador habían
demostrado que esta distinción era difícil para el personal menos
experimentado, por lo que no se incluyó en las descripciones originales. Sin
embargo, los hallazgos de los estudios comenzaron a demostrar que la
distinción era útil en el pronóstico. Esto llevó a que la denominada escala
motora “extendida” fuera adoptada primero para la investigación, y luego se
tomara progresivamente en la atención clínica de rutina, siendo ahora el
sistema más utilizado.
La transición entre la flexión anormal y
normal es rara vez un factor clave en la toma de decisiones sobre los pacientes
y la escala original más simple también ha permanecido en uso, dando lugar a la
posibilidad de confusión entre dos sistemas. Para resolver la confusión,” la
recomendación actual es, por lo tanto, utilizar sólo la escala de motor de seis
puntos extendida para todos los propósitos” (que es la que se utiliza
generalmente en la práctica clínica y cuyo conocimiento está más extendido).
Estímulo:
La técnica de estimulación
utilizada para obtener respuestas no estaba firmemente especificada en el
informe original de 1974. Un año más tarde (Teasdale Nursing times, 1975) una
descripción más detallada del uso práctico de la Escala de Coma de Glasgow se
refirió a los “lugares para la
estimulación como el lecho ungueal, el músculo trapecio y el arco
supraorbital”.
La evaluación de las respuestas motrices
en las personas que no obedecen órdenes sigue teniendo en cuenta la información
de la presión de los dedos y de los sitios (trapecios/arcos supraorbitales). En
la práctica, la secuencia normalmente estará en ese orden, habiéndose utilizado
la presión de la punta del dedo primero cuando la apertura de los ojos no se
produce espontáneamente o al sonido.
Se han expresado algunas preocupaciones
sobre que una fuerza indebida ejercida repetidamente sobre el lecho
ungueal puede producir daños (aunque muy raramente). Se ha propuesto como
alternativa una presión sobre el lado del dedo. En ausencia de evidencia sobre
la equivalencia de las respuestas en los diferentes sitios, la uña sigue siendo
recomendada, distalmente en lugar de proximalmente, con la variación en el
tiempo del dedo estimulado en cualquier paciente (utilizar dedos distintos
cada vez).
Tanto el trapecio como los
arcos supraorbitales se recomiendan para el estímulo central en una
secuencia estándar de intensidad graduada. “La presión detrás
de la mandíbula (proceso retromandibular/estiloide), según los autores, es
difícil de aplicar con precisión y no se recomienda para el uso
rutinario. La estimulación frotando los nudillos en el esternón no está
recomendada; puede causar “moratones” y las respuestas pueden ser difíciles de
interpretar”.