jueves, 4 de mayo de 2017

Recepción Del Paciente Politraumatizado



Según la OMS define Politraumatismo como “la lesión corporal a nivel orgánico intencional o no intencional, resultante de una exposición aguda infringida a cantidades de energía que sobrepasan el umbral de tolerancia fisiológica”.
Persona que sufre más de una lesión traumática grave, alguna o varias de las cuales supone, aunque sea potencialmente, un riesgo vital para el accidentado.
La actuación principal ante un politraumatizado es un factor predeterminante en la supervivencia y disminución de secuelas del paciente, siendo la actuación de enfermería imprescindible y fundamental dentro de los Equipos de Emergencias, así como para realizar una buena actuación integral del paciente.



VALORACIÓN INICIAL, CONSTA DEL ABC.

A – B .Vías Aéreas y Respiración.

  1. Control de la Vía aérea y Columna cervical.
Valoración de la permeabilidad y estabilidad de las vías aéreas, en pacientes con disminución parcial o total del nivel de conciencia, tener precaución por riesgo de broncoaspiración o Glosoptosis (Desplazamiento hacia atrás o retracción de la lengua. Se observa en estados comatosos, traumatismos mandibulares)
La cabeza y el cuello no deben ser hiperextendidos. Utilización de la tracción del mentón con control cervical. Debe suponerse que todo paciente traumatizado tiene lesión de la columna cervical hasta que se demuestre lo contrario. [1]
Si la vía aérea no fuese permeable, si es posible, se debe extraer los objetos que la obstruyan, y valorar la necesidad de intubar al paciente y la utilización de oxigenoterapia según lo requerido en cada paciente.


  1. Respiración.
Hay que valorar la correcta ventilación y el adecuado aporte de oxígeno. Al examen físico, identificar simetría torácica, tipo de respiración, traumatismo de tórax cerrado o abierto, enfisema subcutáneo; que puedan alterar la ventilación, par si, emprender las medidas adecuadas, preparación  del paciente para intubación orotraqueal o  drenaje torácico, según valoración médica.

C.  Circulación.

  1. Circulación y Control de Hemorragias.
La hemorragia es la principal causa de muerte tras un traumatismo. Los ítems que se deben valorar:
ü  Nivel de Conciencia: Escala de Glasgow: es un instrumento que nos permite el reconocimiento precoz de los signos del daño cerebral,  fundamental para lograr la prestación de tratamientos oportunos.

La valoración con escala de Glasgow se compone de tres ítems que califican de manera individual a tres aspectos de la consciencia: la apertura ocular, la respuesta verbal y la respuesta motora; el puntaje se da con base en la mejor respuesta obtenida de cada uno de estos rubros.





Imagen tomada de “THE GLASGOW STRUCTURED APPROACH
to ASSESSMENT of the GLASGOW COMA SCALE” (http://www.glasgowcomascale.org)

ü  Hemorragias: Control inmediato de hemorragias externas evidentes, valorando  frecuencia cardiaca y pulsos periféricos, Tensión Arterial, Saturación O2, presencia de diaforesis y piloerección, coloración de la piel (pálida).
En caso de deterioro hemodinámico brusco, se debe buscar identificar una posible hemorragia oculta (interna) que dé lugar a estos signos.
La reposición de volumen es la principal herramienta para mejorar la perfusión, por esto se deben establecer una o dos vías periféricas de grueso calibre, 14,16 G, Para poder administrar grandes cantidades de fluidos en poco tiempo. Las mejores vías de acceso venoso periférico en el adulto son:
·         Vena antecubital.
·         Venas del antebrazo.

Si no es posible el acceso periférico, pensar en el acceso venoso central, comunicando al médico de dicho inconveniente.


VALORACIÓN SECUNDARIA

La valoración secundaria consiste en un análisis pormenorizado de posibles lesiones  por medio de examen físico céfalo caudal.
El examen secundario no se inicia hasta que no se haya realizado la valoración inicial y resuelto los problemas vitales.

v  Historia.
Debemos conocer el mecanismo de lesión y si es posible los antecedentes del paciente; patología previa, medicación habitual y última comida.
Al conocer el mecanismo de lesión  podemos predecir distintos tipos de traumatismos en base a la dirección del impacto, la cantidad de energía y el tipo de accidente. En caso de existir quemaduras debemos conocer el medio en que se produce la lesión, exposición a productos químicos, tóxicos, radiaciones.


v  Examen Físico.
  Cabeza y cara: Presencia de zonas de dolor,  depresiones, hundimientos y/o heridas referenciando localización, tipo, extensión.
  Columna cervical y cuello: Continuar con la inmovilización de columna cervical hasta descartar posible traumatismo cervical.
  Tórax y espalda: Estado de la piel, forma  simetría de tórax, respiración, columna, presencia de desviación y/o dolor. Expansión torácica, retracción costal, auscultación de ruidos respiratorios. 
  Abdomen y Pelvis: Presencia de zonas de dolor, distensión, características de la piel, simetría y  movimientos. Peristaltismo y sonidos circulatorios.
  Periné, recto y vagina: Presencia de dolor, procesos inflamatorios y hemorragias. Cambios en relación a la valoración inicial.
   Músculo esquelético: Continuar con inmovilización de miembros afectados, si corresponde. Valoración de tono muscular, fuerza, simetría, amplitud de movimiento, dolor
  Neurológico: Estado de conciencia (escala de Glasgow comparando el puntaje actual, con el puntaje de la valoración inicial), Orientación temporoespacial, Memoria, reflejo pupilar. Comunicación, lenguaje.

v  Monitorización de valores normales
  Frecuencia respiratoria: 12 a 20 ciclos por minuto. (Adulto)
  Pulsioximetría: 94% a 100 %
  Presión arterial: 120/80 mmHg.
  Monitorización cardiaca: 60 a 100  latidos por minuto.

v Continuar con procedimientos indicados por el médico tratante. Ej.: Sonda nasogástrica, Sonda orogástrica, sonda vesical, según el caso de cada paciente.

El paciente politraumatizado debe ser reevaluado constantemente para asegurar  la estabilidad de los signos vitales valorados inicialmente y la detección de nuevos hallazgo.



REFERENCIAS

1.    Ospina, J.A. (2015) Manejo inicial del paciente politraumatizado. En guías para manejo de urgencias. Clínica del Country, Colombia.
2.    Melgarejo Ávila, D. (Abril, 2002). Cuidados De Enfermería En El Paciente Politraumatizado. Revista de Enfermería, N°15.
3.     Cortes M.C.,  Loreto Acuna R.,  Álvarez M. F.(2013). Manejo Inicial del politraumatizado. Revista Hospital Clínica Universidad de Chile. 25: 206 – 16.
4.    Ministerio de Salud de Chile. (Santiago). (2007). Guía Clínica Politraumatizado. Santiago de Chile.
5.    García R. Manejo Inicial del politraumatizado. Facultad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional de Córdoba. Córdoba. Recuperado de: http://blogs.eco.unc.edu.ar/cirugia/files/2015/07/MANEJO-INICIAL-DEL-POLITRAUMATIZADO.pdf
6.    Figueroa Zapata, M. (2013). “Actuación Del Personal De Enfermería En La Asistencia Y Su Influencia En La Recuperación Del Paciente Politraumatizado Atendido En El Área De Emergencia Del Hospital Provincial General Latacunga En El Primer Semestre Del 2012.”  (Tesis de Licenciatura en Enfermería).  Universidad Técnica De Ambato. Facultad Ciencias De La Salud. Carrera De Enfermería. Ambato, Ecuador.


[1] Ospina, J.A. (2015) Manejo inicial del paciente politraumatizado. En guías para manejo de urgencias. Clínica del Country, Colombia.


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