Según
la OMS define Politraumatismo
como “la lesión corporal a nivel orgánico intencional o no intencional,
resultante de una exposición aguda infringida a cantidades de energía que
sobrepasan el umbral de tolerancia fisiológica”.
Persona
que sufre más de una lesión traumática grave, alguna o varias de las cuales
supone, aunque sea potencialmente, un riesgo vital para el accidentado.
La
actuación principal ante un politraumatizado es un factor predeterminante en la
supervivencia y disminución de secuelas del paciente, siendo la actuación de
enfermería imprescindible y fundamental dentro de los Equipos de Emergencias,
así como para realizar una buena actuación integral del paciente.
VALORACIÓN
INICIAL, CONSTA DEL ABC.
A – B .Vías Aéreas y
Respiración.
- Control de la Vía aérea y Columna cervical.
Valoración de la permeabilidad y estabilidad de las
vías aéreas, en pacientes con disminución parcial o total del nivel de
conciencia, tener precaución por riesgo de broncoaspiración o Glosoptosis (Desplazamiento hacia atrás o
retracción de la lengua. Se observa en estados comatosos, traumatismos
mandibulares)
La cabeza y el cuello no deben ser hiperextendidos.
Utilización de la tracción del mentón con control cervical. Debe
suponerse que todo paciente traumatizado tiene lesión de la columna cervical
hasta que se demuestre lo contrario. [1]
Si la vía aérea no fuese permeable, si es posible,
se debe extraer los objetos que la obstruyan, y valorar la necesidad de intubar
al paciente y la utilización de oxigenoterapia según lo requerido en cada
paciente.
- Respiración.
Hay
que valorar la correcta ventilación y el adecuado aporte de oxígeno. Al examen
físico, identificar simetría torácica, tipo de respiración, traumatismo de
tórax cerrado o abierto, enfisema subcutáneo; que puedan alterar la
ventilación, par si, emprender las medidas adecuadas, preparación del paciente para intubación orotraqueal o drenaje torácico, según valoración médica.
C. Circulación.
- Circulación
y Control de Hemorragias.
La
hemorragia es la principal causa de muerte tras un traumatismo. Los ítems que
se deben valorar:
ü Nivel
de Conciencia: Escala de Glasgow: es un instrumento que nos permite el
reconocimiento precoz de los signos del daño cerebral, fundamental para lograr la prestación de
tratamientos oportunos.
La
valoración con escala de Glasgow se compone de tres ítems que califican de
manera individual a tres aspectos de la consciencia: la apertura ocular, la
respuesta verbal y la respuesta motora; el puntaje se da con
base en la mejor respuesta obtenida de cada uno de estos rubros.
Imagen
tomada de “THE GLASGOW STRUCTURED APPROACH
to ASSESSMENT of the GLASGOW COMA SCALE” (http://www.glasgowcomascale.org)
to ASSESSMENT of the GLASGOW COMA SCALE” (http://www.glasgowcomascale.org)
ü Hemorragias:
Control inmediato de hemorragias externas evidentes, valorando frecuencia cardiaca y pulsos periféricos,
Tensión Arterial, Saturación O2, presencia de diaforesis y piloerección,
coloración de la piel (pálida).
En caso de deterioro hemodinámico brusco, se
debe buscar identificar una posible hemorragia oculta (interna) que dé lugar a
estos signos.
La reposición de volumen es la principal
herramienta para mejorar la perfusión, por esto se deben establecer una o dos
vías periféricas de grueso calibre, 14,16 G, Para poder administrar grandes cantidades
de fluidos en poco tiempo. Las mejores vías de acceso venoso periférico en el
adulto son:
·
Vena antecubital.
·
Venas del antebrazo.
Si
no es posible el acceso periférico, pensar en el acceso venoso central,
comunicando al médico de dicho inconveniente.
VALORACIÓN SECUNDARIA
La
valoración secundaria consiste en un análisis pormenorizado de posibles
lesiones por medio de examen físico
céfalo caudal.
El
examen secundario no se inicia hasta que no se haya realizado la valoración
inicial y resuelto los problemas vitales.
v Historia.
Debemos
conocer el mecanismo de lesión y si es posible los antecedentes del paciente;
patología previa, medicación habitual y última comida.
Al
conocer el mecanismo de lesión podemos
predecir distintos tipos de traumatismos en base a la dirección del impacto, la
cantidad de energía y el tipo de accidente. En caso de existir quemaduras
debemos conocer el medio en que se produce la lesión, exposición a productos
químicos, tóxicos, radiaciones.
v Examen Físico.
Cabeza
y cara: Presencia de zonas de dolor,
depresiones, hundimientos y/o heridas referenciando localización, tipo,
extensión.
Columna
cervical y cuello: Continuar con la inmovilización de columna cervical hasta
descartar posible traumatismo cervical.
Tórax
y espalda: Estado de la piel, forma
simetría de tórax, respiración, columna, presencia de desviación y/o
dolor. Expansión torácica, retracción costal, auscultación de ruidos
respiratorios.
Abdomen
y Pelvis: Presencia de zonas de dolor, distensión, características de la piel,
simetría y movimientos. Peristaltismo y
sonidos circulatorios.
Periné,
recto y vagina: Presencia de dolor, procesos inflamatorios y hemorragias.
Cambios en relación a la valoración inicial.
Músculo esquelético: Continuar con
inmovilización de miembros afectados, si corresponde. Valoración de tono
muscular, fuerza, simetría, amplitud de movimiento, dolor
Neurológico:
Estado de conciencia (escala de Glasgow comparando el puntaje actual, con el
puntaje de la valoración inicial), Orientación temporoespacial, Memoria,
reflejo pupilar. Comunicación, lenguaje.
v Monitorización
de valores normales
Frecuencia
respiratoria: 12 a 20 ciclos por minuto. (Adulto)
Pulsioximetría:
94% a 100 %
Presión
arterial: 120/80 mmHg.
Monitorización
cardiaca: 60 a 100 latidos por minuto.
v Continuar
con procedimientos indicados por el médico tratante. Ej.: Sonda nasogástrica,
Sonda orogástrica, sonda vesical, según el caso de cada paciente.
El
paciente politraumatizado debe ser reevaluado constantemente para asegurar la estabilidad de los signos vitales valorados
inicialmente y la detección de nuevos hallazgo.
REFERENCIAS
1.
Ospina,
J.A. (2015) Manejo inicial del paciente politraumatizado. En guías para manejo
de urgencias. Clínica del Country, Colombia.
2.
Melgarejo
Ávila, D. (Abril, 2002). Cuidados De Enfermería En El Paciente
Politraumatizado. Revista de Enfermería, N°15.
3.
Cortes M.C.,
Loreto Acuna R., Álvarez M.
F.(2013). Manejo Inicial del politraumatizado. Revista Hospital Clínica
Universidad de Chile. 25: 206 – 16.
4.
Ministerio
de Salud de Chile. (Santiago). (2007). Guía Clínica Politraumatizado. Santiago de
Chile.
5.
García R. Manejo Inicial del politraumatizado.
Facultad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional de Córdoba. Córdoba.
Recuperado de: http://blogs.eco.unc.edu.ar/cirugia/files/2015/07/MANEJO-INICIAL-DEL-POLITRAUMATIZADO.pdf
6.
Figueroa
Zapata, M. (2013). “Actuación Del Personal De Enfermería En La
Asistencia Y Su Influencia En La Recuperación Del Paciente Politraumatizado
Atendido En El Área De Emergencia Del Hospital Provincial General Latacunga En
El Primer Semestre Del 2012.” (Tesis de Licenciatura en Enfermería). Universidad
Técnica De Ambato. Facultad Ciencias De La Salud. Carrera De Enfermería.
Ambato, Ecuador.
[1] Ospina, J.A. (2015) Manejo inicial del
paciente politraumatizado. En guías para manejo de urgencias. Clínica del
Country, Colombia.
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