sábado, 28 de mayo de 2016

EL Cansancio Y La Comida Grasosa.


Un grupo de investigadores de la Universidad de Adelaida (Australia), analizó los hábitos alimenticios (apetito y dietas) para demostrar cómo influyen las grasas en el cansancio diurno.
En el estudio participaron cerca de 2 mil hombres voluntarios de entre 35 y 80 años de edad, los cuales contestaron cuestionarios acerca de la frecuencia de sus alimentos y se sometieron a un monitoreo eléctrico nocturno para detectar apnea del sueño obstructiva.
Los investigadores descubrieron que un cuarto de voluntarios que consumen alimentos grasosos, tenían un 78% más de probabilidades de sufrir somnolencia diurna comparándolos con aquellos que consumen menos comidas grasosas. Lo curioso del estudio es que las grasas sanas, como del aguacate y salmón, no se distinguían de las poco saludables, de las pastas y pizzas.
Esto significa que aquellas personas que padecen apnea del sueño experimentan efectos secundarios diarios en su calidad de sueño  por las dietas altas en grasas, ya sea despertarse inconscientes durante la noche, o sentir cansancio en el día, fatiga crónica y falta de energía física o resistencia para realizar una tarea.
Referencia.
“Comer mucha grasa te está agotando”